miércoles, septiembre 01, 2004

Ojalá fuera sólo un pretexto para reflexionar...

Ayer oí una historia que me conmovió, me hablaban de un indigente, en un acontecimiento tan natural y común, que sin embargo me llego a embargar más allá de los pensamientos, llego a mis sentimientos…una simple reflexión de cómo estamos en convivencia con tantos que necesitan y realmente tienen un problema no como lo tantos imprevistos que muchas veces uno maximiza….pero nuestra costumbre y frialdad nos impide ver esos llamados de atención de la vida, seres que deambulan en el mundo tratando de hacernos llegar a una reflexión, seres que quizá (ojalá) Dios tan sólo los creara por un momento y que en la realidad no existieran como tal, que fueran tan sólo para tratar de provocarnos una evaluación y reflexión del camino que llevamos andado, objetivo que pocas veces es logrado…….

....Y hoy, en mi realidad apareció un anciano, en una silla de ruedas, con una sudadera igual de gris que su suerte o muchas conciencias, el cabello y la barba crecida quizá un poco menos que sus desilusiones, fije mi mirada sobre él, y observe como ayudado por su soledad se vendaba una herida de la muñeca izquierda mientras lo intentaba pasaron dos enfermeras (estábamos por el centro de salud), un ejecutivo, amas de casa, jóvenes y niños y de nadie (incluyéndome) salio el más mínimo gesto de ayuda…entonces después de unos minutos él terminó de vendarse su mano y quizá también alguna que otra de las heridas internas que tenga….continué observándolo… por mientras pensaba en mis posibilidades para poder otorgarle alguna ayuda, pensé en las múltiples organizaciones que se supone se dedican a eso y no concluí con ninguna, me imagine acercándome, pero tampoco ….. entonces sólo realice el acto de mandarle algo de comida para quizá calmar un poco del hambre que le acompañe, en agradecimiento recibí una bendición, observe como hacia la señal de la santa cruz enfrente de la persona que había enviado, entonces me sentí un poco aliviada sabia que aunque sea de una manera mínima había ayudado a ese ser y de paso a mi también, pues durante esos minutos me había puesto a reflexionar sobre mi vida, mis sentimientos y lo que me rodea en este mundo tan desnivelado, aunque reconozco que me quede con el pensamiento de qué tanto podemos hacer por los demás y por nosotros mismos si de vez en cuando nos lo propusiéramos, así como del diario nos proponemos objetivos superfluos de tipo económico, social, etc.. quizá también nos podríamos proponer de vez en cuando ayudar un poco a quien sea, pero de corazón, no de esa manera mecánica con la que actuamos y damos unos pesos al tragafuegos de la esquina pero con una cara de reproche; quizá yo pude otorgarle ropa, una plática o hasta un abrazo a aquel anciano pero nuestro caparazón al que estamos tan acostumbrados me lo impidió, pero quizá lo peor es que de esto que hablamos nos solamente es con extraños sino cuantas veces es con nuestra familia, padre, hijos, parientes;….. eso si, sí el acontecimiento hubiese sido invertido y aquel señor hubiera estado regalando dinero, ropa o hasta cualquier tipo de propaganda entonces si hubiéramos acudido, no nos hubiéramos alejado de él….pero lo bueno es que las oportunidades siguen apareciendo, quizá Dios nunca se canse de ese intento por hacernos reflexionar y entonces nos seguirá mandando a esos seres no tan afortunados para que de vez en cuando le hagamos una visita a nuestro corazón…….las oportunidades siguen apareciendo….acabo de levantar la mirada y hay en la acera de enfrente, casi en el mismos sitio que el anciano, un payaso recargado en la pared descalzo, el anciano despareció o quizá sólo cambió de imagen pero la oportunidad sigue esperándonos…..

LUNAZUL

No hay comentarios.: