Intentábamos aclarar el panorama, no dirigir la vista a lo nublado, pero la realidad es gris y no podemos cegarnos.

Una vez más se me esfuman la esperanza, la fe, la ilusión de las manos…
Cuándo las enfermedades llegan uno se queda atado de manos no existe poder, autoridad, remedio, consuelo que calme la tristeza infinita que embarga a uno.
Cuando el pesar es una vida completa, cuando es un pequeño angelito que le ha tocado cargar con unas alas enfermas.
¿Cómo, cómo explicar eso?, ¿dónde hallar las respuestas?, ¿cómo consolar ese dolor que será su vida?
Somos un camino de preguntas sin respuestas, de experiencias dolorosas que nos muestran los oasis de felicidad…pero y cuándo el panorama pinta de ahí en adelante completamente turbio…cuando se sabe que esas alas jamás seran azules.

Hay dolores que quisiéramos borrar de nuestros seres queridos, sufrimientos que quisiéramos creerlos una pesadilla, pero no, son reales y hoy nos pesan, nos achican el corazón, nos derrumban y ensombrecen y no nos queda más que mirarlos de frente.

LUNAZUL